Ayer reflexionábamos sobre la importancia de tomarnos la vida como una aventura.

Hablábamos sobre la importancia de dar el primer paso que conduce a lo desconocido.

Sin ese primer paso no hay viaje…

 

Pero hay otro paso que resulta tan importante como el primero…  El último.

Y no sabemos cuál es.

Porque la meta nos es desconocida.

 

Puede que lo tengamos muy cerca, o muy lejos.

Puede que falte poco, o mucho.

 

Recuérdalo cuando el cansancio te invada y te tiente abandonar.

Un paso más.

Puede que sea el último.

Y, si resulta que no lo es, da otro.

Y otro más.

 

Cada paso puede ser el decisivo.

Todos son imprescindibles.

Puede que no sea el último, pero nos ha acercado un paso más a nuestra meta.

Uno más.

Siempre otro paso.

Hasta que la alcancemos o fallezcamos.

 

Roger Bannister, el primer atleta de la historia en recorrer una milla en menos de cuatro minutos (algo que se consideraba, en ese momento, un imposible físico) tiene una frase que leo a menudo para animarme:

 

El camino hacia el triunfo es un camino de soledad porque la mayoría de las personas no están dispuestas a enfrentar y vencer los obstáculos que se encuentran en él.

La capacidad de dar ese último paso cuando estás agotado es la cualidad que separa a los ganadores de los demás corredores.

 

Toda una lección de vida.

Un paso más.

 

Te animo a darlo siguiendo las recomendaciones de este LIBRO: https://amzn.to/3TA5LFv

Te ayudará a transitar por el camino que conduce a tu éxito y tu felicidad…

Un camino único, distinto al de los demás…

Y que necesitas descubrir.

 

¡Que tengas un día fantabuloso!

Nos seguimos leyendo.

Share This