cultura es libertad
Todos decimos que queremos ser libres, ¿pero estamos dispuestos a pagar el precio?
Ser libre implica ser capaz de escoger, en cada momento, aquello que nos humaniza.  Tomar la decisión que nos pulirá para mostrar nuestro mejor rostro.  Y eso supone una mezcla de conocimiento, voluntad y responsabilidad.
Respecto al conocimiento, lo tenía claro Unamuno: sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe…  Sólo la cultura da libertad…  No proclaméis la libertad para volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento.  La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura.  Porque, para Unamuno, la cultura es el cultivo de la propia humanidad, y no sólo el conocimiento teórico y erudito.
Es preciso el conocimiento transformador, el que conduce a amar lo conocido y -por eso mismo- mueve a la voluntad.  La auténtica cultura te lleva a amar lo Uno, Bueno y Bello y -por eso mismo- te llama a perseguirlo con pasión, para ti y para los demás…  En un acto de profunda responsabilidad, pues quieres ofrecer al otro -compartiéndolo- el tesoro que has encontrado y del que tú ya disfrutas.
No hay libertad sin cultura, sin cultivarse.  Quien pasa su día del trabajo a la televisión, de la televisión a la cama y de la cama al trabajo, sin dedicar un segundo al pensamiento, al arte, a la belleza, a la lectura, a la reflexión o a la meditación, está entregando su alma, su vida y su libertad.  Porque no vive una vida humana.  Es un autómata que ha renunciado a lo que de humano y único le ofrecía su existencia.
Tú escoges.  ¿Quieres ser libre?  Dedica un tiempo cada día a cultivarte, comprobarás que la cultura te da alas…  Y, si no estás dispuesto, asume que has renunciado a gran parte de tu humanidad…  Convirtiéndote en un minusválido espiritual.
No pidas tener una vida plena, cuando tú mismo has castrado tus opciones.  Mejor acepta, con gusto, tus cadenas…  O rebélate y cambia.  Conquista tu libertad a golpe de cultura.

Share This